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Antiguo 29/11/2005, 00:14   #1
ani78
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ani78 está en el buen camino
La TDT obligará asustituir oa adaptar la totalidad del parque de antenas colectivas

TDT obligará a sustituir o adaptar la totalidad del parque de antenas colectivas

Cada vivienda de una comunidad tendrá que gastar 50 euros en la instalación y un mínimo de otros 60 en la compra de un descodificador

M. Arroyo/ M. Penedo



Modelo de descodificador de gama alta


Madrid- Veinte canales gratuitos -trece de ellos de nueva creación- para abrir boca. Dentro de cinco años, cuando el anunciado «apagón» analógico sea una realidad, accederemos en cada comunidad autónoma a una media de 40 canales, gratis total también. La anunciada revolución audiovisual que propiciará la Televisión Digital Terrestre (TDT) ya está aquí, aunque algunos expertos rebajan el entusiasmo inicial y hablan de evolución, imparable sí, pero sólo evolución. Con tres años de retraso sobre la fecha prevista y tras el fracaso del modelo de pago, la TDT arranca este miércoles, día 30, de forma modesta pero con la gratuidad como banderín de enganche. Para empezar, 18 canales (a falta de los dos que lanzará La Sexta, a quien el Consejo de Ministros adjudicó el pasado viernes el cuarto canal analógico privado) y modestos servicios interactivos, en principio con teletexto e información de tráfico, bolsa y tiempo, aunque la industria espera un rápido crecimiento de las aplicaciones interactivas. El sector estima que hasta el momento se llevan vendidos 400.000 descodificadores, un aparato imprescindible para acceder a la nueva oferta desde los televisores actuales, los viejos analógicos.
Los más optimistas hablan de que será posible consultar análisis de sangre desde el televisor, hacer la declaración de la renta o la telecompra de la semana. Por el momento, eso es teleficción y su implantación dependerá del modelo de descodificador que se acabe imponiendo. Los más demandados hasta el momento, los denominados «zapper», en la franja de precios más baja - en los últimos días han proliferado las ofertas a 59 euros- no dan acceso a la interactividad que precisan este tipo servicios.
Dos son los elementos que a día de hoy centran los esfuerzos de la industria y los operadores: convencer a las comunidades de vecinos de la necesidad de adaptar las antenas colectivas, por un lado, y seducir al espectador, por otro, para que compre un descodificador de la gama alta (cuyo precio ronda en la actualidad los 130 euros), que le permita acceder a los servicios interactivos, elemento diferenciador de la TDT.
Mil antenas diarias. Por lo que respecta a las antenas, su falta de adaptación es el gran escollo al que se enfrenta la TDT, pues en las comunidades de vecinos sólo una mínima parte están preparadas para captar la señal digital. Las viviendas unifamiliares no necesitan tocar la antena por lo que su desembolso se limitará a la compra del descodificador. Pero el resto -más de 14 millones de hogares- tendrán que amoldar su instalación. Según Miguel Ángel García Argüelles, presidente de Fenitel (Federación Nacional de Instaladores de Telecomunicaciones), el ritmo de adaptación es de unas 1.000 diarias. Con esta cifra, explica García Argüelles, no habrá problemas para atender toda la demanda en un breve plazo de tiempo: «Lo malo sería que, como suele ser costumbre en este país, todos lo dejaran para los meses previos al ‘apagón’ analógico, en cuyo caso no se podría responder a tiempo a muchas comunidades».
A falta de conocer si la multiplicación de la programación y su excelente calidad de sonido e imagen cautivarán al mercado, analistas del sector entienden que la «Televisión Digital Terrestre es una gran amenaza para el satélite». Quizá por esta competencia en ciernes, Sogecable, la compañía que gestiona la plataforma de satélite Digital +, no muestra interés alguno en desarrollar contenidos de pago para la plataforma de la TDT. Es más, su propuesta de programación nueva para la TDT es de las más pobres de las conocidas hasta ahora, limitándose a CNN + y 40 Latinos, ambos canales incluidos en el paquete básico de Digital +. Desde RTVE, el director de la TV Digital del grupo, Eladio Gutiérrez, lo tiene muy claro y anima a las cadenas privadas a desarrollar contenidos premium, ya sean cine o deportes, a los que se accedería a través de tarjetas de prepago, ya sean recargables o desechables, siguiendo el modelo desarrollado con gran éxito en Italia. «Si las privadas emiten algún contenido de pago, entonces la TDT será la bomba», pronosticó el responsable de la TV Digital de la cadena pública en unas recientes jornadas organizadas por Producción Profesional en el Simo. A falta de una oferta de pago inicial, el Mundial de fútbol de Alemania que se celebrará en junio puede significar el pistoletazo de salida a estos servicios «premium», y el empujón que necesita la TDT para extender su implantación.
Pero al margen de que servicios interactivos avanzados y contenidos de pago enriquezcan la oferta de lanzamiento, las notables mejoras de la TDT sobre la actual televisión analógica serán perceptibles desde el próximo miércoles: televisión sin ruidos, interferencias, ni doble imagen; más contenidos con formato de la imagen en panorámico (16/9), múltiples subtítulos, guía electrónica de programas, canales de radio, visión multicámara (de especial interés en eventos deportivos)... y una mejor calidad de sonido (parecida a la que proporciona un CD). Además, l os espectadores podrán disfrutar de la espectacularidad del cine o del DVD a través de la señal de la anteJosé Pérez García, director general de Asimelec (Asociación Multisectorial de Empresas Españolas de Electrónica y Comunicaciones), tiene por ello claro que «queremos que la TDT sea un foco de acceso a la sociedad de la información, y por ello a la larga les va a salir mucho más rentable a los espectadores adquirir ahora, por muy pocos euros más, un descodificador con prestaciones interactivas». Eso sí, a su juicio, el mayor problema de esta tecnología son los contenidos: «Los radiodifusores tienen que jugar un papel muy importante para fomentar que la TDT triunfe desde sus inicios, y para ello tienen que ofertar canales temáticos interesantes». Su pesimismo actual, una vez conocidos los primeros contenidos, hace que ya no crea que el descodificador se vaya a convertir, como muchos esperaban, en el principal regalo de estas navidades, «quizás, con un poco de suerte, pueda ser el del próximo verano, con motivo del Mundial de Alemania».
Este pesimismo de la industria sobre la evolución de las ventas contrasta con el optimismo de los operadores, en especial RTVE, que cuenta con la mayor oferta de canales tematizados (Canal 24 Horas, Teledeporte y Clan TV/50 años, que compartirán una misma frecuencia). A su juicio, «la posibilidad de elegir entre 20 canales, con sólo modificar la antena colectiva y comprar un descodificador, va a ser un éxito». Sus dudas, como la del resto de los implicados, es conocer cuál será el modelo de negocio que se imponga, pero «la TDT es imparable y es buena para la ciudadanía, aunque alguno caerá en el camino».
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, protagonizará la próxima semana el acto institucional del lanzamiento oficial de la plataforma gratuita de TDT. El acto tendrá lugar en la nueva terminal del aeropuerto de Barajas, buscando la analogía con el despegue de la TDT en España y por el carácter neutral y de vanguardia tecnológica de dicha instalación. Ese día, Zapatero procederá al encendido consecutivo de los cinco múltiplex asignados, y la programación de los 18 canales ya disponibles (faltan los dos recién adjudicados a La Sexta) inundará la multipantalla.
El presidente del Gobierno estará acompañado por representantes de los distintos operadores de televisión.
Madrid- Veinte canales gratuitos -trece de ellos de nueva creación- para abrir boca. Dentro de cinco años, cuando el anunciado «apagón» analógico sea una realidad, accederemos en cada comunidad autónoma a una media de 40 canales, gratis total también. La anunciada revolución audiovisual que propiciará la Televisión Digital Terrestre (TDT) ya está aquí, aunque algunos expertos rebajan el entusiasmo inicial y hablan de evolución, imparable sí, pero sólo evolución. Con tres años de retraso sobre la fecha prevista y tras el fracaso del modelo de pago, la TDT arranca este miércoles, día 30, de forma modesta pero con la gratuidad como banderín de enganche. Para empezar, 18 canales (a falta de los dos que lanzará La Sexta, a quien el Consejo de Ministros adjudicó el pasado viernes el cuarto canal analógico privado) y modestos servicios interactivos, en principio con teletexto e información de tráfico, bolsa y tiempo, aunque la industria espera un rápido crecimiento de las aplicaciones interactivas. El sector estima que hasta el momento se llevan vendidos 400.000 descodificadores, un aparato imprescindible para acceder a la nueva oferta desde los televisores actuales, los viejos analógicos.
Los más optimistas hablan de que será posible consultar análisis de sangre desde el televisor, hacer la declaración de la renta o la telecompra de la semana. Por el momento, eso es teleficción y su implantación dependerá del modelo de descodificador que se acabe imponiendo. Los más demandados hasta el momento, los denominados «zapper», en la franja de precios más baja - en los últimos días han proliferado las ofertas a 59 euros- no dan acceso a la interactividad que precisan este tipo servicios.
Dos son los elementos que a día de hoy centran los esfuerzos de la industria y los operadores: convencer a las comunidades de vecinos de la necesidad de adaptar las antenas colectivas, por un lado, y seducir al espectador, por otro, para que compre un descodificador de la gama alta (cuyo precio ronda en la actualidad los 130 euros), que le permita acceder a los servicios interactivos, elemento diferenciador de la TDT.
Mil antenas diarias. Por lo que respecta a las antenas, su falta de adaptación es el gran escollo al que se enfrenta la TDT, pues en las comunidades de vecinos sólo una mínima parte están preparadas para captar la señal digital. Las viviendas unifamiliares no necesitan tocar la antena por lo que su desembolso se limitará a la compra del descodificador. Pero el resto -más de 14 millones de hogares- tendrán que amoldar su instalación. Según Miguel Ángel García Argüelles, presidente de Fenitel (Federación Nacional de Instaladores de Telecomunicaciones), el ritmo de adaptación es de unas 1.000 diarias. Con esta cifra, explica García Argüelles, no habrá problemas para atender toda la demanda en un breve plazo de tiempo: «Lo malo sería que, como suele ser costumbre en este país, todos lo dejaran para los meses previos al ‘apagón’ analógico, en cuyo caso no se podría responder a tiempo a muchas comunidades».
A falta de conocer si la multiplicación de la programación y su excelente calidad de sonido e imagen cautivarán al mercado, analistas del sector entienden que la «Televisión Digital Terrestre es una gran amenaza para el satélite». Quizá por esta competencia en ciernes, Sogecable, la compañía que gestiona la plataforma de satélite Digital +, no muestra interés alguno en desarrollar contenidos de pago para la plataforma de la TDT. Es más, su propuesta de programación nueva para la TDT es de las más pobres de las conocidas hasta ahora, limitándose a CNN + y 40 Latinos, ambos canales incluidos en el paquete básico de Digital +. Desde RTVE, el director de la TV Digital del grupo, Eladio Gutiérrez, lo tiene muy claro y anima a las cadenas privadas a desarrollar contenidos premium, ya sean cine o deportes, a los que se accedería a través de tarjetas de prepago, ya sean recargables o desechables, siguiendo el modelo desarrollado con gran éxito en Italia. «Si las privadas emiten algún contenido de pago, entonces la TDT será la bomba», pronosticó el responsable de la TV Digital de la cadena pública en unas recientes jornadas organizadas por Producción Profesional en el Simo. A falta de una oferta de pago inicial, el Mundial de fútbol de Alemania que se celebrará en junio puede significar el pistoletazo de salida a estos servicios «premium», y el empujón que necesita la TDT para extender su implantación.
Pero al margen de que servicios interactivos avanzados y contenidos de pago enriquezcan la oferta de lanzamiento, las notables mejoras de la TDT sobre la actual televisión analógica serán perceptibles desde el próximo miércoles: televisión sin ruidos, interferencias, ni doble imagen; más contenidos con formato de la imagen en panorámico (16/9), múltiples subtítulos, guía electrónica de programas, canales de radio, visión multicámara (de especial interés en eventos deportivos)... y una mejor calidad de sonido (parecida a la que proporciona un CD). Además, l os espectadores podrán disfrutar de la espectacularidad del cine o del DVD a través de la señal de la anteJosé Pérez García, director general de Asimelec (Asociación Multisectorial de Empresas Españolas de Electrónica y Comunicaciones), tiene por ello claro que «queremos que la TDT sea un foco de acceso a la sociedad de la información, y por ello a la larga les va a salir mucho más rentable a los espectadores adquirir ahora, por muy pocos euros más, un descodificador con prestaciones interactivas». Eso sí, a su juicio, el mayor problema de esta tecnología son los contenidos: «Los radiodifusores tienen que jugar un papel muy importante para fomentar que la TDT triunfe desde sus inicios, y para ello tienen que ofertar canales temáticos interesantes». Su pesimismo actual, una vez conocidos los primeros contenidos, hace que ya no crea que el descodificador se vaya a convertir, como muchos esperaban, en el principal regalo de estas navidades, «quizás, con un poco de suerte, pueda ser el del próximo verano, con motivo del Mundial de Alemania».
Este pesimismo de la industria sobre la evolución de las ventas contrasta con el optimismo de los operadores, en especial RTVE, que cuenta con la mayor oferta de canales tematizados (Canal 24 Horas, Teledeporte y Clan TV/50 años, que compartirán una misma frecuencia). A su juicio, «la posibilidad de elegir entre 20 canales, con sólo modificar la antena colectiva y comprar un descodificador, va a ser un éxito». Sus dudas, como la del resto de los implicados, es conocer cuál será el modelo de negocio que se imponga, pero «la TDT es imparable y es buena para la ciudadanía, aunque alguno caerá en el camino».
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