Ver Mensaje Individual
Antiguo 23/02/2009, 01:38   #3
warrantero
Usuario Activo
 
Fecha de ingreso: 01/dic/2005
Mensajes: 199
warrantero está en el buen camino
La suspensión de su fondo inmobiliario deteriora la imagen del Santander, ya tocada por los casos Lehman y Madoff

En Norte de Castilla

La suspensión de su fondo inmobiliario deteriora la imagen del Santander, ya tocada por los casos Lehman y Madoff

«Emilio Botín no quiere morirse sin tener el grupo financiero más grande y potente de la tierra». Esa opinión, expuesta por un experto analista financiero, define perfectamente la personalista y agresiva estrategia desarrollada por el ejecutivo cántabro al frente del Banco Santander. La entidad, la mayor de la eurozona, ha protagonizado durante los últimos años algunas de las operaciones más sonadas y exitosas de la industria financiera mundial. Varias -como la compra del banco británico Alliance & Leicester o de activos de Bradford & Bingley- se han materializado durante la grave crisis que aún sacude con toda su dureza a la banca internacional. El Santander parecía inmune, pero toda cara tiene su cruz.

Los tiempos gloriosos han dado paso a un periodo de problemas. Unas dificultades que -si bien parecen no poner en peligro la fortaleza y solvencia del banco- ha sembrado la incertidumbre entre los clientes del grupo español y está erosionando su imagen, tanto a nivel nacional como en el ámbito internacional.

En pocos meses el Santander se ha visto afectado por dos de los casos que han sacudido la industria bancaria: la quiebra de Lehman Brothers y la estafa del financiero norteamericano Bernard Madoff. En este último caso, gestionaba, básicamente a través de Optimal Strategic, fondos de clientes por 2.330 millones de euros.

A esos dos ‘culebrones’ hay que sumar la decisión adoptada esta misma semana por Banif, la banca privada del Santander, de suspender temporalmente los reembolsos del mayor fondo inmobiliario de España. Un episodio que ha vuelto a poner a prueba la confianza de sus clientes.

La globalización
Lo que está ocurriendo lo resumen los analistas financieros con una pregunta: «¿Está pagando Botín su agresividad?». La respuesta no resulta sencilla y hay opiniones encontradas, aunque la más extendida entre los expertos consultados es que, efectivamente, «la forma de hacer y de actuar del banquero cántabro tiene mucho que ver con lo que le está ocurriendo». Con todo, también destacan que «el factor crisis es un elemento clave en el devenir de los últimos acontecimientos».

El Santander es un banco absolutamente globalizado y, por tanto, expuesto al ‘crack’ que atenaza a todo el mundo. «A medida que la crisis se ha instalado, se ha demostrado falsa la premisa de que el sistema financiero español podía superar indemne el tsunami sin un rasguño. Y en ese contexto, el Santander corre mayores riesgos por su agresiva estrategia de crecimiento a ultranza», explica un analista bursátil.

Rentabilidad exigida
El banco de Botín, al igual que otras entidades que invierten y gestionan patrimonios de las grandes fortunas españolas, se ha visto obligado a responder a la cada vez mayor exigencia de rentabilidad de sus clientes. «Eso les ha obligado a tener que entrar en mercados y productos muy sofisticados y expuestos, que pueden generar muchos problemas», argumenta otro experto.

Ambos elementos conforman un cóctel explosivo que, al menos, en el caso de Lehman Brothers y de Madoff, le ha estallado en las manos al Santander. El banco, tras rechazar inicialmente compensar a los clientes afectados, finalmente cambió de opinión.

El último episodio que ha venido a alterar definitivamente los nervios de Botín ha sido la suspensión temporal de reembolsos de Santander Banif Inmobiliario, el mayor fondo de España con unos activos de 3.256 millones de euros invertidos en edificios de pisos y oficinas, centros y locales comerciales, plazas de garaje y residencias de la tercera edad.

El origen de este nuevo quebradero de cabeza para el banquero se encuentra en la avalancha de peticiones de reembolso efectuadas por los suscriptores del fondo ante el temor de que la depreciación de los activos inmobiliarios desplomara la rentabilidad de sus inversiones. Las peticiones de rescate alcanzaron 2.617 millones de euros, el 80% de su patrimonio total. La gestora carecía de la liquidez necesaria para hacer frente a las exigencias de sus clientes y tuvo que solicitar la suspensión de pagos por dos años.

Esa medida persigue, según fuentes del banco, «proteger el interés general» de los partícipes y ofrecer un «trato equitativo» que les garantice el retorno de sus inversiones, «incluso manteniendo la rentabilidad» a medida que se vayan vendiendo los activos.

Santander Banif Inmobiliario se ve obligado a acelerar un proceso de venta de activos que, en la mayor parte de los casos, le obligará a aceptar precios muy por debajo del real.

COMENTARIO: Un banco que tiene la “agresividad comercial” como uno de sus pilares estratégicos (como así se explicó en la última Junta Extraordinaria) no podía acabar de otra manera- Nótese que la agresividad radicaba en el banco, no en los ahorradores. Los ahorradores atrapados en Madoff, Lehman o el Inmobiliario no buscaban altos retornos, sino una inversión segura con una retribuición ligeramente superior a los FIAMM.

Publicado en Opinión y blogs | Etiquetado: Emilio Botín, Madoff, Banif Inmobiliario, Lehman Borthers, Agresividad Comercial, Culpable | No hay comentarios »
warrantero está desconectado
Respuesta rápida a este mensaje
Responder Citando Subir