La madrugada del 25 de Noviembre de 1979(curioso, la mayoría de casos ovnis se producen en Noviembre) sería inolvidable para 3 jóvenes de baja condición social. Frank, de 19 años, y dos amigos más de 26 y 30 años. Los 3 se encontraban cargando un vehículo con ropas para ir a venderlas al mercado.
Cergy-Pontoise es un pueblo dormitorio que dista unos 40 kilómetros de París, situado en el departamento de Val d'üise. En la fresca madrugada del 25 de noviembre de 1979, tres jóvenes franceses de baja condición social protagonizarían una insólita historia asociada al fenómeno ovni. [B]Frank Fontaine, de 19 años; Jean-Pierre Prévost, de 26, y el senegalés Salomón D'iaye, de 20, cargaban un viejo automóvil Ford Taunus con ropas vaqueras para vender en el mercado cercano de Gisors. [/B]Apretujaban los vaqueros y jerséis en el maletero, subiendo y bajando del piso de Prévost.
De pronto, un destello les llama la atención. Es un objeto largo y luminoso del tamaño de la luna. Los 2 amigos se van hacia la casa de uno de ellos (estaba al lado) para coger la cámara de fotos, pero Frank decide quedarse dentro del coche.
Justo al salir del piso, los dos amigos de Frank vieron como una luz se dirigía en línea recta al coche donde está Frank. Una densa niebla se forma a su alrededor. Tenebrosos, deciden acercarse y puden comprobar que la puerta izquierda del vehículo está abierta y que no hay rastro de Frank.
Al denunciar el suceso en la comisaría se topan con la incredulidad de los agentes de la ley. Desd esa mañana se rastrea cada tramo del barrio, pero no logran encontrarlo.
Frank Fontaine, el joven de cazadora negra zurrada y de mirada lánguida, había desaparecido. Sus amigos avisaron a los gendarmes y estos revolvieron todo Cergy-Pontoise para localizar al chico. Rastrearon todo el entorno, pero no encontraron ninguna pista del joven. Todas las hipotesis valían: asesinato, secuestro, desaparición planeada, etcetera. Pasaron dos, tres, cuatro días y Fontaine no aparecía por ningún lado...
[B]Los gendarmes buscaron a Fontaine en la central eléctrica cercana[/B].
Especularon que podía haber muerto electrocutado. Tal vez hubiera perdido la memoria y estuviera deambulando por los campos de la región. La brigada fluvial de la policía llegó a dragar el río Oise para ver si encontraban su cadáver, sin ningún éxito. Durante varios días treinta hombres peinaron, a pie, el terreno alrededor de donde había desaparecido Fontaine. Los hombres de la ley llevaban un medidor Geiger hasta el campo de repollos, pero no encontraron ningún rastro de radiactividad en los casi 20.000 metros cuadrados rastreados. Desde París, el comandante Couchereau seguía atentamente las investigaciones pero sin plantear jamás, como primera instancia, la hipótesis de secuestro por un ovni
Una semana después, cuando la noticia comenzaba a caer en el olvido un vecino de la zona llama a el canal de televisión RTL (francés) y a la policía. Confiesa que ha sentido un resplandor en la ventana, se ha asomado y que junto a unas especies de bolas luminosas ha aparecido un hombre desnudo y que andaba tambaleándose.
Efectivamente, era Frank.
Tras unas horas de interrogatorios, Frank confesó que apareció sin ser consciente de que habían pasado 7 días.
Frank, después de lo ocurrido se encerró en un tremendo silencio. No quiere saber nada de el tema y critica a todos los hipnólogos que le practicaron sesiones de hipnosis porque cree que se aprovecharon de él para saltar a la fama.
Ahora, Frank, es una persona anónima entre los miles que viven en las barriadas de París, pero nunca podrá olvidar lo que le ocurrió aquella madrugada del 25 de Noviembre. ¿A que no?
Tampoco se libraron, los 3, de ser vivitados por los hombres de negro. ¿Quizás sea esto por lo que se sumergieron en el profundo silencio que han mantenido hasta hoy día?
