[B]0 – Etapa – Lunes 3/08/09.[/B]
Empieza la odisea, con todo preparado y las bicicletas enviadas por MRW unos días antes.
Nos dirigimos, Toni y yo, sin más a la Estació de Sants donde aguarda nuestro tren hacia Pamplona. Éste salió bastante puntual y duró el trayecto aproximadamente cuatro horas, no excesivamente cómodas pero considerablemente aceptables. Las alforjas viajaban con nosotros y su peso era significativo, unos 18 Kg. aproximadamente. Como anécdota sólo decir que nos excedimos en el material y que todo el mundo me preguntaba durante el camino si era transportista de alforjas al ver todo el equipaje que llevaba.
Nada más llegar a Pamplona confirmamos que llevábamos exceso de peso cuando tuvimos que arrastrar dos o tres kilómetros las alforjas hasta la sucursal de MRW donde nos esperaban las bicis.
La primera de las sorpresas la tuvimos al ver el mal estado de los embalajes de las bicicletas, realmente teníamos la impresión que las habían traído de Barcelona hasta Pamplona a patadas. Temiendo desperfectos, empezamos a montar nuestros sherpas particulares.
Una ver realizados los ensamblajes de las bicis y colocamos las alforjas, nos dirigimos a la estación de autobuses de Pamplona. Serían aproximadamente las dos de la tarde de un día muy caluroso.
Antes de llegar a la estación saltaron las alarmas, el maltrato de las cajas había hecho que mi disco de freno delantero recibiera un golpe contundente doblándolo lo justo para que la bici fuera frenada y rozara considerablemente con la pastilla de freno. Como no era suficiente reto hacer el camino, lo tenía que hacer con el freno de mano puesto, vamos que empezaba bien la cosa.
Una vez en la estación de autobuses compramos los billetes a Roncesvalles y nos fuimos a comer, ya que hasta las 18h no salía el bus.
Acercándose las 18h, los peregrinos que en la estación se encontraban empezaron a ponerse nerviosos, incluidos nosotros. Éramos unos 180 peregrinos y sólo un bus. Pese al esfuerzo y sudores del conductor por hacer entender a la gente que no se preocupara que vendrían más autobuses, la gente empezó a ponerse histérica y se vieron los primeros empujones. La verdad que ver al chofer sudando a mares e intentando torear como podía con todas aquellas fieras, me hizo sentir vergüenza ajena. Más de uno se mereció quedarse en tierra nada más empezar.
Ya íbamos advertidos que Roncesvalles estaba saturado, hablaban de 1.200 peregrinos, cosa que aún crispaba más el ambiente al verse la gente sin cama para dormir.
En fin, que hacemos la entrada triunfal en Roncesvalles y a la puerta de la iglesia ya nos esperaba un señor que, a todo ser montado en bici, le indicaba muy amablemente que empezara el camino y se dirigiera al siguiente pueblo donde había un camping que nos acogería esa noche.
El trayecto hasta el Camping Urrobi en el Espinal era precioso, un caminito entre árboles que nos hacia pensar que aquello sería maravilloso, nunca estuve más equivocado.
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Foto 3: Los cuatro, sherpas incluidos.
Foto 4: Estación de autobuses de Pamplona.
Foto 5: Foto obligada y primera referencia a la meta.[/CENTER]
[B]Resumen económico:[/B]
Billete de tren de Barcelona a Pamplona:............................55 €
Envío bicicleta Barcelona a Pamplona (MRW, precio amigo)....60 €
Autobús Pamplona – Roncesvalles con bici incluida:.............12 €
Menú Comida en Pamplona..............................................11 €
Camping Urrobi (habitación litera con baño compartido).........8 €
Menú Cena en Camping Urrobi .........................................10 €
[B]Total Etapa 0...........................................................156 €[/B]