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[B][SIZE=3][COLOR=DarkOrange]LA LEYENDA DE CÓNDOR Y LUZ DE FUEGO[/COLOR][/SIZE][/B] Cherokee

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En una tribu muy lejana y actualmente casi extinguida…se escuchaba en la lejanía los tambores de los cherokees.
El jefe indio [I]León Herido[/I] entonaba un cántico de dolor. Era tan grande su lamento que el viento lo dispersaba a otras tribus del sur.
Todos a su alrededor escuchaban con los ojos cerrados, esa historia de dolor y venganza.
[I]León Herido[/I] tenía un hijo llamado [I]Cóndor[/I].
Cóndor era de los más adelantados guerreros y cazador de la tribu.

Todos los días al amanecer salía a cazar con sus otros compañeros, amigos de la infancia.
Un día se alejaron demasiado y se les hizo noche en el camino.

Había una tribu cerca y se acercaron. Eran de los suyos y allí se cobijaron.
Cóndor se fijó en una hermosa muchacha, porque no era como las demás.
Era de piel blanca y pelo dorado. Al instante se sintió atraído por ella. Ella se llamaba [I]Luz de Fuego[/I].
Al amanecer él volvió a su tribu pero con ella en el corazón.

El caso era que estaba a punto de tomar por esposa a una muchacha llamada [I]Lluvia de Mar[/I], y tenía en su interior una lucha de sentimientos.
[I]Cóndor[/I] escapaba cuando podía a la otra aldea para estar con [I]Luz de Fuego[/I], y le contó la verdad.
[I]Luz de Fuego[/I] le aconsejó que le dijera la verdad a [I]Lluvia de Mar[/I], pero él no quería perder la amistad de [I]Lluvia de Mar[/I].
Mientras esto ocurría, [I]Lluvia de Mar[/I] empezó a sospechar…
Un día siguió a Cóndor y descubrió la verdad. Llena de rabia fue a [I]León Herido[/I] a contárselo. [I]León Herido[/I] no la creyó, pensó que eran celos sin sentido.
Pero [I]Lluvia de Mar[/I] decidió tender una emboscada a [I]Luz de Fuego[/I] y reunió a sus amigos de la tribu.

[I]Jaguar Sereno[/I] era el mejor amigo de [I]Cóndor[/I] y de [I]Lluvia de Mar[/I], y pensó que Luz de Fuego lo había embrujado.
[I]Jaguar[/I] fue con todos sus compañeros en la noche hasta la tribu de Luz.
La ataron y amordazaron y se la llevaron lejos. El plan era llevarla lo más lejos posible.
Pensaron en el Monte Crepúsculo, donde nadie se atrevía a ir, pues contaban historias de muerte y dolor de aquel lugar.

[I]Jaguar Sereno[/I] se encargó de aquel viaje. Durante el trayecto sintió la mirada clavada de [I]Luz de Fuego[/I] todo el tiempo.
Una vez cerca del lugar, él la miró a los ojos y quedó maravillado del sentimiento que desprendía su mirada. Transmitía paz y amor.
Consternado, decidió dejarla en una gruta cercana al Monte Crepúsculo, pensando que sobreviviría allí.

A la vuelta, se encontró desde la lejanía con los lamentos de dolor de [I]Cóndor[/I]. Leyó en el viento la palabra venganza. Abrumado por todo, llegó al poblado y allí estaba [I]Cóndor[/I], preparado para la lucha, estaba como loco, se había puesto sus pinturas de guerra y proclamaba venganza una y otra vez. Atacaba a todos y pidió a su padre el destierro de [I]Lluvia de Mar[/I].
A continuación se acercó a Jaguar lanza en mano, pero su padre, [I]León Herido[/I], le detuvo.
Hijo, -le dijo-, esto no tiene sentido, tú debiste ser sincero desde el principio, no tenías claros tus sentimientos…
Pero [I]Cóndor[/I] empezó a atacar a todos en un arranque de ira…
Mató a muchos y se alejó corriendo en busca de [I]Luz de Fuego[/I]…

Después de varios días de viaje, llegó a la gruta, allí se hallaba el cuerpo sin vida de [I]Luz de Fuego[/I].
[I]Jaguar Sereno[/I] decidió seguir a [I]Cóndor[/I], y lo encontró arrodillado a los pies de [I]Luz de Fuego[/I].

En un ataque de celos, envidia e ira, atacó a [I]Cóndor[/I] por la espalda, matándolo en el acto.
Asustado por lo que había hecho, decidió huir, pero al dar la vuelta se encontró con [I]León Herido[/I], de cuyos ojos se desprendía una ira incontrolable.
Cogiéndolo de la cabellera, lo arrastró hasta el poblado y delante de todos lo ató a un tronco y le arrancó la cabellera.

Esto es lo que hace la traición –dijo [I]León Herido[/I]- al amor lo convierte en odio, y el odio conduce a la muerte, ya no física, sino muerte de espíritu…
El que quiera oír que oiga.
[I]Lluvia de Mar, [/I]recoge tus cosas y sal del poblado… donde no pueda verte más, y vosotros los que os creáis amigos de [I]Cóndor[/I], id hacia el lugar donde están sus cuerpos y traedlos aquí.
Mientras esto acontecía, un suceso extraordinario ocurría en la gruta donde se encontraban ellos.

En aquel lugar habitaba un espíritu, el [I]Espíritu del Fuego.[/I]
Conocedor de todo lo sucedido, decidió llevar los cuerpos al Monte Crepúsculo y les hizo un altar.

A lo lejos, [I]León Herido[/I] veía el Monte Crepúsculo y asombrado pudo observar en su cúspide dos figuras recostadas: Cóndor y Luz de Fuego, y un volcán de fuego alrededor de ellos.

[I]León Herido[/I] lloró amargamente pero detrás de sus lágrimas había una luz de esperanza.

Tal vez la ira que se guarda en el corazón y lo ennegrece, tal vez el dolor llevado en el alma que no deja ir las almas en paz al otro lugar donde sólo hay paz. Pero pidió [I]Cóndor[/I] un momento de regreso a la tribu. Y así fue esa misma noche, apareció [I]Cóndor[/I] frente a [I]Jaguar Sereno[/I]; le desató y por honor de guerreros lucharon en un gran combate donde [I]Cóndor[/I] le hirió profundamente, dejándole heridas que le hacían sangrar. Cóndor volvió a atarle al tronco y le fue arrancando poco a poco la piel con un cuchillo afilado. Los gritos en la noche se dejaban oír por toda la tribu, pero nadie se atrevía a salir por lo ocurrido. Casi desmayado, [I]Jaguar Sereno[/I], le desató [I]Cóndor[/I] y le enterró a las afueras de la tribu hasta el cuello y poniéndole miel en la cara y cabeza y dentro de dos hoyos de hormigas rojas dejó caer dos antorchas encendidas que producían humo y un calor intenso y provocó la ira de las hormigas. Llegaron ellas junto a [I]Jaguar Sereno [/I]y le dieron una muerte dolorosa mientras él gritaba piedad,... [I]Cóndor[/I] se desvanecía en el aire de la noche con la Luna llena.

La tribu salió a ver qué sucedía y vieron que no estaba [I]Jaguar[/I], así que salieron a las afueras del pueblo y vieron semejante masacre. Quitaron las hormigas pero ya era demasiado tarde, pues [I]Jaguar Sereno[/I] estaba irreconocible y muerto.

Y ahora sí, por fin [I]Cóndor[/I] y [I]Luz de Fuego[/I] estarían unidos para siempre.
Y cuentan que en la noche que hay lluvia de estrellas, se ven en el firmamento dos personas paseando de la mano por las estrellas, y amándose bajo la luz cálida de la Luna.


Besis,

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