El otro día, leyendo un hilo sobre el racismo, y después de leer un post de la compañera anavic en el que nos explicaba su experiencia como inmigrante en Francia, recordé la abuelita, que en Paz Descanse, de mi gran kolega.
Era una señora nacida en un pueblecito cordobes, delgada, pero muy enérgica, con muy mala leche, vamos. Allá por la década de los 50, durante el régimen, hizo algo que muy pocas, poquísimas, mujeres hubieran hecho en su época; abandonó a su marido y se largó, con su hijo (el padre de mi kolega) y con su nuevo amante francés, a vivir al país vecino. Residió durante 30 largos años.
Su único hijo, volvió a España donde se casó y tuvo dos hijos. Cierto día mi kolega y su familia fueron a visitar a su abuela por primera vez; los nietos no conocían a la madre de su padre. Ese día la abuelita se puso muy contenta.
-Vamos a buscar el pan.-dijo la abuelita a sus nietos.
Ayudada por su bastón (en Francia la atropelló un camión y la dejó algo jodida de las caderas), fue acompañada por sus nietos a la panadería del barrio. Al entrar había unas cuantas personas. La abuelita saludó:
-Buenos días!.-en castellano.
Y el resto de personas contestaron.
-Buenos días!.-en castellano con acento francés.
Mi kolega quedó sorprendido.
-Estos son mis nietos que han venido a visitarme.-dijo ella orgullosa.
Entonces las depedientas, contentas, comenzaron a decirle cosas a mi kolega y su hermana, cosas cariñosas como "que guapos son" por ejemplo, pero en francés.
La abuelita claramente enfadada, dió un fuerte golpe de bastón en el mostrador y dijo:
-Me cago en la leche!!! A ver si habláis en cristiano de una puta vez, coño!!! Con lo grandes que sois y no sabéis ni hablar, cojones!!!.
Los franceses, incluidos clientes, lejos de enfadarse sonreían.
-Venga dame dos barras de pan!!!.-inquirió la abuelita.
Recogido y pagado el pan la abuelita y sus nietos echron a andar hacia la puerta, mientras ella iban renegando.
-Estos gabachos que no saben ni hablar, iros ya a la mierda que me tenéis harta. Treinta años aquí y todavía no saben hablar en cristiano como tol mundo.
Mi kolega flipaba. A lo largo de los días que estuvo allí descubrió que muchos comerciantes y vecinos de aquel barrio, después de tantos años había aprendido a chapurrear el castellano para poder venderle o hablarle a la abuelita. Tenía cojones la abuela, jejejeje

Yo la conocí en persona, un par de veces, cuando regresó a vivir a España, y la verdad, tenía muy mal genio. Iba siempre con su garrota quejándose de todo.
-Niño, dame la mano.-le decía a su nieto.-Y cuidao no me caiga que te rompo la cayá en la cabeza. Tu hermana no viene nunca a visitarme, cuando me muera no le voy a dejar una mierda, todo será para tí. Pero cogeme, jodio, que como me caiga le dejo todas mis cosas a los vecinos, gañán.

Un ejemplo de integración, jejejejejeje

PD: Dedicado a la abuelita y a anavic, que ya sabe lo duro que es vivir en un país extranjero.

Saludos