[B][SIZE="5"]1 – Etapa – Martes 4/08/09. (Roncesvalles – Puente la Reina)[/SIZE][/B]
Aunque el camino empezó el día de antes, podemos considerar que la primera etapa de verdad era hoy.
Gracias a la increíble visión comercial del encargado del bar del camping Urrobi, éste estaba cerrado y tuvimos que empezar el día sin desayunar y sin una gota de agua, cosa que a la postre se cobraría la primera baja.
La etapa, como podéis ver en el prólogo, era de unos 65.7 Km. hasta un pueblo llamado Puente la Reina. A partir de aquí marcare S.D. cuando me refiera a kilómetros según mi documentación previa.
Más o menos la previsión inicial era de hacer unos 10 Km. a la hora, para evitar estar todo el día montado en la bici y tener un tiempo de recuperación y descanso suficiente entre etapas.
Las dos primeras horas fueron complicadas, el camino bucólico se transformó en una trialera de surcos y piedras sueltas que requerían una técnica elevada, más aún considerando el peso que transportábamos. Durante éstas, intenté imponer el ritmo previsto de 10 Km./h, pero debido a la dificultad del trazado era imposible cumplirlo para Toni. Mi sensación era que íbamos a ritmo de caminantes, además, las paradas que tenía que hacer para esperarlo y el creer saludar al mismo peregrino varias veces reafirmaba mi teoría de lentitud.
Decidí hablarlo con él y le comente que teníamos que subir el ritmo para no terminar muy tarde. Toni me dijo que haría todo lo posible pero que no andaba muy fino de piernas. Dos horas más tarde continuaba el mismo tipo de camino y las mismas sensaciones y fue cuando Toni me comento que tenía fuertes rampas y que era mejor que no le esperara, que continuara a mi ritmo y que nos encontraríamos más tarde en el albergue.
Antes de que penséis mal, esto estaba pactado previo al camino, el trataría de aguantar al máximo todo lo que pudiera, pero siempre con la premisa que si él no podía, yo tenía que continuar, porque el objetivo era acabar el camino.
Total que a las cuatro horas empezaba mi camino en solitario a Santiago de Compostela con la sensación que tenia que esforzarme y apretar el ritmo para no acabar muy tarde.
Es importante que aclare un punto antes de continuar. El camino en bicicleta se puede realizar de dos formas, una siguiendo el camino lo más riguroso que se pueda y otra siguiendo la carretera.
Todo esto lo aclaro, porque una vez llegué a Pamplona, paré para realizar unas compras, ya que el material lo llevábamos compartido y me faltaban algunas cosas al no ir con Toni, mi sorpresa fue cuando en medio de Pamplona me encuentro otra vez con mi compañero de viaje. Mi primera impresión fue de alegría al pensar que no estaba tan mal cuando me había alcanzado en poco tiempo y que podríamos seguir juntos, aunque Toni no tardó en aclararme que había desistido del camino y había tomado la carretera y que por eso me había atrapado.
Seguimos una media hora más juntos, cuando volvieron las subidas previas al Alto del Perdón y allí lo volví a dejar atrás y fue entonces la despedida definitiva.
Yo seguía con mi obsesión de no llegar tarde, con lo que mis paradas eran cortas, justas para comer algo, beber y seguir pedaleando. Empecé a darme cuenta que se me haría tarde, pero no desistí en el empeño de acabar lo antes posible y fue entonces cuando descubrí el infierno. El infierno tiene nombre y lugar y se llama el Alto del Perdón, unos 8 Km. en total de subida, aunque los peores son los 3 últimos. Lo que a priori no parecía más que un simple alto no muy duro en mi documentación, se convirtió en un estrecho camino sin sombras, de abundante piedra suelta que hacía totalmente imposible subirlo en bici, al menos en un alto porcentaje del mismo, todo aderezado con una temperatura de 38ºC. El periplo duró unas dos horas que me llevaron a mi límite físico. Me tomé concentrados de glucosa, barritas energéticas, casi dos litros de agua y aún así llegue a mi límite. Por si no sabéis que se siente cuando uno llega al límite, os diré que aparte del cansancio extremo, tenía grandes escalofríos pese a estar a 38ºC, sensación de sudor frío a ratos, incapacidad total de realizar operaciones matemáticas, intente sumar los kilómetros que me faltaban para coronar el Alto y era incapaz, no sabía sumar dos números con un decimal y por último tenía serios problemas para respirar, era como si no supiera hacer algo tan elemental, a veces quería inhalar más aire mientras mi cuerpo necesitaba expirarlo, en fin un caos.
Por fin llegué a la cima el Perdón (nombre que en la vida olvidaré) y alguien me indicó que lo mejor era bajar por un caminito asfaltado, ya que el camino de verdad era muy complicado para bicis y aunque más corto era muy peligroso. La verdad es que mi cerebro no estaba para grandes razonamientos y sólo dio para escuchar la palabra “corto” y no lo pensé dos veces, me tiré por el camino más peligroso pero más corto.
Estaba exhausto, acabado, fulminado y eran las 17h cuando llegaba a Puente la Reina, después de 75 Km. y no los 65.7km de mi documentación.
Llegué al albergue o semi nave industrial (Albergue de Peregrino Santiago Apóstol), me duché, me tumbé en el colchón y sólo me levanté 30 minutos para cenar, el resto del día hasta la mañana siguiente fue de letargo puro y duro.
Tenía clarísimo que no podía seguir así, que si se repetía el día lo dejaba sin pensarlo dos veces, estaba mentalmente hundido y sólo esperaba que acabara todo lo antes posible.
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Foto 6: Para que veáis que no habían árboles en la subida al Alto.
Foto 7: El Alto del Perdón.
Foto 8: Puente la Reina.[/CENTER]
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Resumen económico:[/B]
Desayuno en Viscarret.....................................3 €
Albergue Santiago Apóstol (colchón en el suelo)...6 €
Bocadillo + Cola para comer..............................5 €
Menú Cena en Albergue Santiago Apóstol............8 €
[B]Total Etapa 1...........................................22 €[/B]
[B]Total Camino Acumulado...........................176 €[/B]