El número de estadounidenses que solicitó el subsidio por desempleo la semana pasada aumentó a un máximo en 26 años, mientras los empleadores ajustaban sus costos para tratar de superar lo que muchos temen será una recesión profunda y larga.

La cantidad de personas que pidió el beneficio por primera vez subió la semana pasada en 58.000, el mayor incremento desde septiembre del 2005, a un nivel ajustado estacionalmente de 573.000, dijo el jueves el Departamento de Trabajo. Fue la lectura más alta desde noviembre de 1982.

Otros reportes reflejaron que el déficit comercial de Estados Unidos se incrementó inesperadamente en octubre, ya que las debilitadas economías en todo el mundo redujeron sus importaciones estadounidenses.

Los precios de importación del país tuvieron una caída récord el mes pasado, ante el derrumbe del valor del crudo.

"Ahora está claro lo que todos temíamos, que la recesión global esté sintiéndose en lo que había sido uno de los principales pilares de la expansión de Estados Unidos", dijo David Resler, economista jefe de Nomura Securities en Nueva York, respecto de la baja de las exportaciones.

La Bolsa de Nueva York operaba en retroceso y el dólar incrementaba sus pérdidas por los datos, al tiempo que los precios de los títulos públicos estadounidenses subían.

Unos datos que dio a conocer el Gobierno este mes ya reflejaron que la economía estadounidense destruyó 533.000 empleos en noviembre, máxima baja en 34 años, y los analistas decían que los datos más flojos de lo previsto de los pedidos de ayuda por desocupación indicaban que no termina la sangría.

"Estamos experimentando lo peor de lo peor del declive económico en estos momentos", dijo T.J. Marta, analista de renta fija de RBC Capital Markets en Nueva York. "Estamos en un período de caída libre total en términos de crecimiento económico".